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CONTRATO DOCENTE 2021

16 octubre 2020

CRONOGRAMA: Evaluación del Desempeño de Especialistas en Educación de UGEL y DRE 2020

Cronograma



Inicio

Fin

Actividad

15/10/2020

15/10/2020

Publicación de la relación preliminar de sujetos de evaluación, en el portal institucional del Minedu. (a)

16/10/2020

23/10/2020

Presentación de observaciones ante las DRE o UGEL sobre la relación preliminar de los sujetos de evaluación.

19/10/2020

30/10/2020

Absolución y validación de las observaciones a la relación preliminar de los sujetos de evaluación y actualización de la información en el Nexus, por parte de las DRE o UGEL.

04/11/2020

04/11/2020

Publicación de relación de sujetos de evaluación, en el portal institucional del Minedu. (a)

21/10/2020

05/11/2020

Conformación de Comités de Evaluación.

09/11/2020

12/01/2021

Evaluación del desempeño en el cargo de Especialista en Educación de UGEL y DRE, a cargo de los Comités de Evaluación. (b)

07/12/2020

 12/01/2021

Ingreso de resultados de la evaluación en el aplicativo proporcionado por el Minedu.

 19/01/2021

19/01/2021

Presentación de resultados preliminares de la evaluación, en el portal institucional del Minedu. (c)

20/01/2021

29/01/2021

Presentación de reclamos ante el Comité de Evaluación sobre los resultados preliminares de la evaluación. (d)

20/01/2021

02/02/2021

Resolución de los reclamos presentados, modificación de la información y/o calificación, en los casos que corresponda, y emisión de actas de evaluación, a través del aplicativo proporcionado por el Minedu.

05/02/2021

05/02/2021

Presentación de resultados definitivos de la evaluación de desempeño en el cargo y publicación de la relación de sujetos de evaluación que aprobaron la evaluación, en el portal institucional del Minedu. (c)

08/02/2021

12/02/2021

Emisión de resoluciones de ratificación en el cargo de Especialista por un periodo adicional o de dar por concluida la designación en el cargo y de retorno al cargo docente, a cargo de las DRE o UGEL.

15/02/2021

19/02/2021

Presentación ante la DRE o UGEL de las actas e informe final documentado del proceso de evaluación.



(a) Especialistas que aprobaron el concurso de acceso a cargos regulado mediante la Resolución de Secretaría General N° 279-2016-MINEDU, y fueron designados como consecuencia del concurso.

(b) El Comité de Evaluación aplica los instrumentos a su cargo según lo indicado en el Documento Normativo y en el Manual del Comité de Evaluación.

(c) De acuerdo con lo informado por los Comités de Evaluación a través del aplicativo proporcionado por el Minedu.

(d) Para efectos del trámite de los reclamos, el sujeto de evaluación podrá solicitar copia de los documentos que formen parte de su evaluación entre la publicación de los resultados preliminares y un día antes del término del plazo para la presentación de reclamos. El Comité de Evaluación es responsable de la entrega de dichos documentos al evaluado hasta un día hábil antes del término del plazo para la presentación de los reclamos establecido en el cronograma.

  

EDUCACIÓN EN ACCIÓN: ¿Evidencias de aprendizaje?

¿Por qué pedimos evidencias a los estudiantes? ¿Qué tantas evidencias les solicitamos? ¿Cómo deberían ser estas evidencias? ¿Usamos portafolio? ¿Cómo no matar las evidencias? ¿Y el mosquito puede ser una evidencia? 

Por: Fernando Llanos Masciotti | EDUCACCIÓN



Pedimos evidencias no para saber si el estudiante hizo o no hizo la tarea asignada. Tampoco para saber solo si lo hizo bien o mal. No pedimos evidencias para demostrar que estamos trabajando. En verdad, las pedimos para que los estudiantes nos demuestren qué y cómo están aprendiendo, qué tan lejos y qué tan cerca están de lo que esperamos de ellos y cómo podemos retroalimentar su desempeño.

No es necesario pedir evidencias en gran cantidad. No es necesario pedirlas en todas las sesiones diarias. Consideremos que el estudiante ya está haciendo un gran esfuerzo por trabajar sin acompañamiento docente. Pedir demasiadas evidencias satura al estudiante y al docente. Nuestra labor como docentes no se limita a ser un mero recolector de información ni a convertirnos en el guardián de que los estudiantes llenen un portafolio con tantas evidencias como puedan. Pedimos evidencias que sabemos que vamos a poder retroalimentar y en un tiempo no tan distante. ¿De qué vale una retroalimentación mucho tiempo después? Incluso, si pidiéramos un gran número de evidencias para revisar el próximo año, ¿vamos a tener tiempo para retroalimentar sobre todas esas evidencias acumuladas en meses y, además, con todos los estudiantes?

No es necesario usar el portafolio como único instrumento de recojo de evidencias. Menos si no tenemos claro qué es un portafolio. Si utilizamos el portafolio, sepamos que no es un mero “folder” o carpeta donde guardamos todas las actividades que hacen los estudiantes. El portafolio es, más bien, una carpeta -digital o impresa- donde los estudiantes pueden almacenar evidencias que ellos (o conjuntamente con el docente) seleccionan y las acompañan con el relato sobre cómo hicieron la tarea, qué logros o dificultades presentaron en el camino, cómo lo resolvieron, por qué, etc. O, mejor, pueden presentar versiones previas y borradores. Ello dará cuenta del proceso de aprendizaje que lo llevó a tal o cual evidencia final (como producto o actuación). Ese proceso le permite al estudiante visualizar la historia de su propio avance en medio de logros y dificultades, errores y aciertos, estrategias puestas en juego. Si el portafolio no tiene estas características mínimas, mal haríamos en llamarlo portafolio.

Si solo recogemos evidencias sin necesidad de almacenarlas en un portafolio, también está bien. Y está bien, siempre que recojamos evidencias relevantes.

La relevancia de una evidencia está determinada por el potencial de dar cuenta del desarrollo de las competencias planteadas en la experiencia de aprendizaje y, por supuesto, de combinar una serie de capacidades de esas competencias.

Las evidencias deberían partir de situaciones retadoras. Son retadoras siempre que planteen un problema, es decir, que implique enfrentarse a una situación nueva (o novedosa), que conlleva, además, una resolución que puede tener varias respuestas, que puede generar varios caminos de solución y que sobre todo, nos lleva a utilizar una serie de habilidades de análisis, de interpretación, de construcción de significados, de valoración y toma de decisiones, de creación y crítica. Ello descarta toda actividad rutinaria, conocida, reiterativa, en la que solo se extrae y copia información de algo ya dicho o escrito por otros, o en la que se aplican fórmulas o procedimientos mecanizados.

Las evidencias no son todas las actuaciones o producciones de las actividades planteadas. Las evidencias son seleccionadas por los docentes. Aunque puede ser de forma alternada. Una vez por los estudiantes, otra, por los docentes, o en conjunto; por su parte, la estrategia Aprendo en Casa debería sugerir qué evidencias podrían seleccionarse. Esto debe quedar claro desde un inicio.

Las evidencias deberían ser pertinentes, es decir, proponerse de acuerdo a las competencias puestas en juego y articuladas con el propósito de aprendizaje y los criterios de evaluación. A veces pueden plantearse propósitos demandantes, que aluden a situaciones auténticas, significativas, pero las actividades incurren en tareas de baja demanda cognitiva, superficiales, forzadas. O los criterios con los que se analizan las evidencias solo ponen el ojo en aspectos superficiales, formales o de mero cumplimiento de instrucciones. Así se mata la evidencia y se vuelve trivial, no pertinente, vacía. Una evidencia así no es útil para informarnos del nivel de desarrollo de los estudiantes. Por ejemplo, si una evidencia solo trata de que el estudiante haga una tarea extrayendo datos de un texto, audio o video, estamos ante algo que no es un problema ni saca lo mejor que tienen los chicos y chicas. Transcribir, copiar, parafrasear, cumplir instrucciones, aplicar procedimientos son tareas tan sencillas que no demuestran que el estudiante está poniendo en juego sus capacidades y competencias. Es más, todos pueden hacer muy bien la tarea, y si tienen errores solo tienen que ver con aspectos formales o de formato (no puso título, no puso una imagen, faltó subrayar, copió mal, omitió una palabra) o de aplicación de tal o cual procedimiento. Pero esto no corresponde a criterios o evidencias que den cuenta de que está desarrollándose alguna competencia.

Asimismo, si las evidencias son demasiado simples, obvias, reproductivas y rutinarias no vamos a tener evidencias que demuestren el máximo logro que pueden tener los estudiantes ni tampoco los distintos niveles de desarrollo de sus aprendizajes que pueden alcanzar. Por último -o en principio- evidencias de este tipo no nos van a permitir retroalimentar de forma diferenciada y eficaz ni tampoco asignar niveles de logro ni calificaciones válidas.

Quisiera terminar estas reflexiones con tres preguntas.

  1. ¿Las evidencias (y los criterios de evaluación) que proponemos nos dan oportunidades para retroalimentar a los estudiantes desde un enfoque de competencias y de evaluación formativa?

2. ¿Las evidencias (y los criterios de evaluación) propuestos son información confiable, válida y legítima que permita asignar niveles de logro (o alguna calificación puntual) de tal modo que nos ofrezca un diagnóstico también confiable cuando se retomen las clases presenciales o semipresenciales?

En una entrevista de este año, el lingüista y filósofo Noam Chomsky se preguntaba si debíamos seguir tratando a los niños como recipientes en el que echamos agua y esperábamos que salga algo o si queríamos un sistema educativo que promueva creación, participación, cooperación, que los anime a cumplir sus metas, que proporcione estímulos y oportunidades para que los chicos sigan su propio instinto creativo para que exploren en el mundo todo lo que puedan en estas épocas críticas y encerrados en sus casas (internet, escribir, dibujar, construir cosas, que les ayude a entender el mundo, en fin). Hablaba de un ejemplo de proyecto para estudiantes mayores, pero que puede haber infinidad de proyectos similares de acuerdo a la edad de los estudiantes. Decía que movilizabas conocimientos y habilidades de física, de biología y de otras áreas a través de una sola pregunta tan sencilla como cotidiana. Una pregunta que demuestra qué tanto despliegan sus capacidades y competencias. Una pregunta que permite desencadenar evidencias potentes y en una situación auténtica:

3. ¿Cómo diablos vuela el mosquito bajo la lluvia?

Fuente: Educacción en Acción